Desarticularon bandas narcos que operaban desde la cárcel de Coronda

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Desde el penal de Coronda y con conexiones a distintas localidades del sur santafesino, dos bandas narcos fueron desarticuladas este miércoles tras un total de 26 allanamientos. Entre los operativos, se allanaron sedes y domicilios de autoridades policiales
Una llamada anónima al 911 realizada en octubre de 2018 dio inicio a una investigación que culminó con los allanamientos llevados adelante por la Policía de Investigaciones (PDI) y otras reparticiones policiales en conjunto con Gendarmería Nacional para desbaratar dos bandas de narcotraficantes que operaban desde la cárcel de Coronda y que tenían conexiones en distintas localidades del sur santafesino. Los procedimientos se realizaron en Venado Tuerto, Firmat, Rufino, Melincué y el propio presidio corondino.
En la investigación conducida por el fiscal federal Javier Arzubi Calvo y el Juzgado Federal Nº 1 de Venado Tuerto, se logró individualizar a dos bandas narcos conformadas por no menos de 22 personas de distintos sexos que se dedicaban a la venta de cocaína y marihuana. En los procedimientos fueron detenidas diez personas, aunque cuatro de ellas ya estaban presos en Coronda.
En tanto, se allanó también la sede de la Policía Federal de Venado Tuerto y el domicilio particular de un oficial que desempeña su labor como oficial en esa fuerza y formaba parte de la organización delictiva. A su vez en Rufino, efectivos de Asuntos Internos de la policía santafesina allanaron la sede del Comando Radioeléctrico y la vivienda de un efectivo ligado a la organización.
Durante la investigación, en la que se intervinieron unos veinte teléfonos celulares y se allanaron 26 domicilios se logró determinar que parte de la banda estaba integrada por dos parejas de narcotraficantes y que una de ellas inició a su hijo, un niño de 13 años, en el negocio de la venta de drogas. Llamó la atención de la Justicia que el niño vendía en la calle e inclusive en ocasiones llegó a portar un revólver calibre 38, situación detectada a partir de las llamadas telefónicas intervenidas.
“El gordo” C.
La causa comenzó a principios de octubre pasado cuando por medio de un llamado anónimo al 911 se denunció que en una casa de Monseñor Borgarino y Vieytes, de Venado Tuerto, Jorge “El gordo” C., pareja de la madre del menor involucrado, vendía estupefacientes.
Desde allí, y por las intervenciones telefónicas, se llegó a Sebastián L. y Natalí C. por un lado; y a Fabricio Martín M. y Georgina F. como líderes de los grupos. Cada banda tenía una estructura jerárquica y una organización independiente en los números del “negocio”, el fraccionamiento y la distribución de estupefacientes. En el transcurso de la pesquisa también se individualizó a los dos principales abastecedores de una de las bandas.
Al investigar a los líderes se concluyó que cuatro de ellos, parejas de las mujeres detenidas, se encontraban detenidos por robos calificados, que no tenían antecedentes por narcotráfico y a través de escuchas se determinó que habían protagonizado disputas por los puntos territoriales de ventas, llegando incluso a organizar robos entre las propias bandas para lograr dinero para girar a sus proveedores. Por otro lado se estableció que un intercambio de una carga de droga se realizó en la puerta misma de la cárcel.
En el operativo se secuestraron drogas, armas de fuego, celulares, autos y motos. Asimismo se detuvo a seis personas, aunque la Justicia dispuso que sigan libres los efectivos de la Policía Federal y de la policía provincial.
En varias ciudades
Alrededor de las siete de la mañana de ayer comenzaron los allanamientos en Venado Tuerto, en tanto a las 9 se incursionó en la Unidad Penitenciaria 1 de Coronda. En la penitenciaría se realizaron cuatro allanamientos en los pabellones donde están alojados cuatro presos que serían los líderes de las bandas. En los operativos participaron la Brigadas Antinarcóticos junto con efectivos de irrupción de PDI, la Tropa de Operaciones Especiales, el Grupo de Acción Táctica y la colaboración de Gendarmería.
Uno de los lugares allanados por la fuerza nacional fue la sede de la Policía Federal de Venado Tuerto y el domicilio particular de un hombre que desempeña su labor como oficial y formaba parte de la organización delictiva. A su vez, en Rufino efectivos de Asuntos Internos de Santa Fe allanaron la sede del Comando Radioeléctrico de esa ciudad y la vivienda de un efectivo policial también involucrado en la organización. Según fuentes allegadas a la causa, los efectivos ocupaban el rol de manejar información y asegurar cierta logística de la banda.
En los allanamientos se secuestraron doce plantas de marihuana, 21 envoltorios y 18 trozos compactos de marihuana con un peso de 1 kilo 392 gramos, 57 envoltorios de cocaína con un peso de 257 gramos, 44 teléfonos celulares de alta y media gama, un revólver calibre 38 con cinco cartuchos, un revólver calibre 32, 25 cartuchos intactos calibre 9 milímetros, cinco tablets, tres notebooks, un CPU, tres pen drives y tres balanzas digitales. A eso se sumaron un Chevrolet Cruze, un Astra y dos motos: una Honda biz y una Tornado además de 96.573 pesos en efectivo.
En lo que hace al agente del Comando Radioeléctrico de Rufino fue pasado a disponibilidad. Y el ministro Maximiliano Pullaro manifestó que: “No vamos a permitir que delincuentes que usan el uniforme policial manchen la imagen de la policía. Ya iniciamos el trámite administrativo para que pase a disponibilidad mientras se esclarece su participación en la organización. No hay espacio para los delincuentes dentro de la policía de Santa Fe”.
La investigación fue realizada por la PDI de Venado Tuerto en conjunto con Fiscalía Federal a cargo de Arzubi Calvo, en la que contó con líneas telefónicas intervenidas a estos delincuentes que operaban vendiendo estupefacientes mediante la modalidad de delivery.
Fuente: La Capital

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